jueves, 24 de mayo de 2012

63. El beso de Ariadna (Aria de ópera)


Marcos Mundstock: Toda vez que por necesidades económicas Mastropiero se vio obligado a componer música a pedido o por encargo, produjo obras mediocres e inexpresivas. Por el contrario, cuando sólo obedeció a su inspiración jamás escribió una nota. Ejemplo de su música por encargo es la ópera de Mastropiero "Ariadna y Teseo". En el aria que escucharemos a continuación, conocida como "La invocación al beso", perteneciente a dicha ópera, Teseo clama a los dioses, a náyades y musas, todo lo que ansía es ser besado por Ariadna.


(Entra Daniel a escena. Saluda al resto del grupo y al público, y sale de escena. Vuelve enseguida, dandose cuenta de su despiste. Carlos Núñez (pianista) y Daniel (cantante) miran atónitos sus respectivas partituras. Carlos intenta cantar, y Daniel intenta tocas unas notas al piano. Carlos descubre que las partituras están cambiadas y realiza el intercambio)


Daniel Rabinovich:
Oh, náyades, 
oh, ninfas, 
oh mesas... musas, 
arrojad vuestro hálito incierto.
Oh, dolor, que de mi alma te abusas, 
y mi pecho en un grito has abierto. 
Oh, iras de Zeus, 
oh, furias de Eolo, 
un ósculo quiero de Ariadna
tan sólo.


(Daniel toca unas notas en el piano, y Carlos Núñez le golpea el brazo. Todos esperan a que Marcos siga con su narración, las luces enfocan a Marcos y éste aparece dormido. Puccio lo despierta y Marcos, después de un rato de confusión, se dirige rápidamente hacia el micrófono. Comienza a leer, pero su voz sale demasiado aguda. Tosiendo y ejercitando la garganta, consigue por fin su auténtica voz)


Marcos Mundstock: Luego del estreno, el empresario pidió a Mastropiero que corrigiera este fragmento para que la invocación al beso tuviera una repercusión emotiva más directa en el público. Mastropiero compuso entonces... (bosteza y le vuelve a salir la voz aguda)... esta segunda versión:


(Carlos Núñez marca con una mano el ritmo de la música al resto del grupo. Daniel hace como si tirara de un hilo que cuelga del brazo de Carlos. Carlos quiere seguir, y Daniel quiere quitarle el hilo. Después de un rato de "lucha", Daniel pisa con su pie el supuesto hilo, Carlos no puede mover el brazo, y por tanto Daniel demuestra que verdaderamente tenía un hilo colgando)


Daniel Rabinovich:
Ariadna, Ariadna,
responde al gemir de mi dolor.
Tus besos me curan, 
tus besos me sanan. 
Bésame Ariadna, 
Ariadna, mi amor.


(Ernesto da un fuerte golpe de platillos, su cuerpo tiembla unos instantes, y luego se queda quieto y con los ojos cerrados. Sus compañeros intentan una y otra vez que se sostenga derecho en su silla)


Marcos Mundstock: El empresario aún no conforme exigió a Mastropiero algo todavía más accesible. Johann Sebastian compuso entonces esta tercera y definitiva versión de la invocación al beso:


(Carlos Núñez intenta tocar la flauta, pero se choca primero con el teclado del piano y luego con el micrófono)


Daniel Rabinovich:
Bésame muñequita, sha la la la
bésame muñequita, sha la la la
que sí me das un beso, sha la la la
me vas a besar, sha la la la
y yo voy a sentir, sha la la la
que me diste un beso sha la la la






Fuente: Los Luthiers de la Web

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