domingo, 3 de junio de 2012

144. La hija de Escipión (Fragmento de ópera)


MM: La producción operística de Mastropiero sorprende por su notable coherencia. Pese a la diversidad de sus dramas, comedias, tragedias, al oír un fragmento de cualquier ópera de Mastropiero se reconoce inmediatamente la mano del compositor. Por su estilo, por su fuerza expresiva y, sobre todo, porque la música es siempre la misma. Incluso en los ensayos de sus últimas óperas reunía a los cantantes y en vez de partituras repartía sólo la letra. Por ejemplo, se conserva de su ópera "El suplicio de Sor Angélica" el texto del aria de soprano "Aléjate de mí que soy más pura que los ángeles", con la siguiente indicación de puño y letra de Mastropiero: "cántese con la melodía de mi ópera anterior: La cortesana de Lamermore. Aquella que dice: acércate, mi amor, que soy más voluble que las aves". Como escribiera el crítico musical Harold Shönstein: “todas las óperas de Mastropiero llevan su sello. El modo que tiene de componer óperas es un verdadero "modus operandi" como los delincuentes famosos. Mejor dicho, como otros delincuentes famosos. Por lo tanto”, concluye el crítico, “no comentaré más sus estrenos, enviaré al cronista de policiales”. Poco después salió en el periódico la siguiente crónica de una ópera de Mastropiero, dice así: “ Al levantarse el telón comparece el tenor: sexo masculino, contextura mediana, y dando muestras de encontrarse alcoholizado, increpa a la soprano: contextura robusta, sexo indefinido, y le reclama reanudar su relación. Ésta se niega, profiriendo alaridos y gritos desaforados, como si cantara. Ante lo cual, el arriba mencionado, en estado de emoción violenta, extrae de entre sus ropas una pistola y le efectúa a la suprascripta un disparo a quemarropa con orificio de entrada en el abdomen y orificio de salida... y orificio de salida. Luego, arrepentido por el ilícito, toma entre sus brazos a la soprano, aproximadamente un tercio de la misma. Esta se repone satisfactoriamente de su herida y decidida a perdonarlo lo estrecha en un fuerte abrazo. El tenor lanza un estridente si bemol agudo que parecería un pedido de auxilio. La escena finaliza sin tener que lamentar víctimas ni daños materiales”. Esta escena es, precisamente, la que no vamos a escuchar a continuación, ya que ninguno de los integrantes de Les Luthiers se avino a representar el rol de la soprano. En cambio, representaremos un fragmento de otra ópera de Mastropiero, pero que lleva la misma música. Es la escena de Daniel el Seductor, ante la ventana de Juana María del Sagrado Corazón, de su ópera, "La hija de Escipión".


DR: Soy Daniel, el seductor
y a la muy hermosa Juana
vengo a cantarle mi amor
al pie de su ventana
Coro: Date prisa, señor, pues al alba despierta su padre
DR: Terminaré antes de que amanezca
Coro: Date prisa, señor
DR: De que amaneeeee...
Coro: Date prisa, señor
DR: De que amaneeee.... ¡ más rápido no puedo!
Coro: Comienza de una vez
DR: Juana, ya sé que es tarde
Espero que puedas perdonarme
Asómate, casta Juana
Asómate a la ventana
Coro: No te ha escuchado, debes llamar su atención
DR: (gesticulando)
Soy Daniel, el seductor
Y he venido a cantarte mi amor
Y he venido a cantarte mi amor
¡¡¡¡¡JUANAAA!!!!!
JM: No, que puede escucharte su padre, Escipión
DR: No temo la ira de un anciano
CNC: Es una locura desafiar la prohibición
de cortejar a Juana María del Sagrado Corazón
La más noble, la más pura
La hija de Escipión
DR: No temo a ese viejo cretino
JM: Escipión ganó su fama luchando contra los infieles
y por eso el pueblo le llama Escipión el a...
DR: No me importa
JM: ... Escipión el as...
DR: No me interesa
JM: No, si no le interesa ... el asesino sanguinario
DR: No me agradaría molestarlo
CNC: Cántale ahora es tu oportunidad.
Se ve la sombra de Juana
con toda claridad en la ventana
Coro: Escipión asesinó a 42 sujetos
porque él consideró que a su hija le faltaron el respeto
DR: Soy Daniel, el respetuoso seductor
Y he venido a cantarle mi amor
Adoro su mano-no-no-no-no
Adoro su pelo-lo-lo-lo-lo
Adoro su boca... también
Coro: Su padre ha despertado
CNC: De sólo verlo me aterro
Coro: Finge que eres un perro
DR: Guau, guau, guau...
CNC: La colita, la colita…
DR: Juana, ya sé que es tarde
Espero que puedas perdonarme
CNC: Escipión algo ha escuchado
Alguna sospecha abriga
Coro: Finge que eres una amiga
DR: Soy tu amiga Leonor
Y he venido a cantarte mi AMOR
Coro: ¡¡Noo!!
No lo has engañado
con gesto amenazador
su espada ha desenvainado
Finge que eres un ave
Canta como el cuclillo
DR: ¿El qué?
Coro: El cuclillo
DR: glu, glu, glu… no sé, nunca vi un cuclillo…
Coro: La grulla, el estornino
DR: Guau, guau
Coro: No, algún ave
DR: ¿La gallina es un ave?
co coco coco la gallina canta coco coco... ese es el gallo… kirikikiki kiki… y la gallinacorococó cocó y los pollitos píopíopío… corococó cocó co cómo le va. ¿Cómo le va Don Escipión? ¡Qué bonito pijama! ¡Qué elegante se lo ve! parece la sota de espadas. ¿Qué anda haciendo por aquí, a estas horas de la noche?
MM: Cazando gallinas
¡Te mataré, gallina!
DR: ¡Guau! ¡Miau! ¡Muu!
MM: Sólo un príncipe puede pretender
a Juana María del Sagrado Corazón
La más noble, la más pura
La hija de Escipión
DR: Usted no entiende mi situación
Tenía una ilusión, ingenua y sincera
Ansiaba estar con ella, un momento, aunque sólo fuera
Pero ahora comprendo que era una quimera
MM: Tu sinceridad me ha conmovido
nunca me engaño de la gente
Veo que eres de sangre noble
y además honesto y decente
Por mi fe tendrás lo que has pedido
DR: Y yo, ¿qué he pedido?
MM: Juana será tu esposa
DR: Verá, Don Escipión, yo no soy noble
MM: El dinero también da nobleza
DR: Pero yo soy muy pobre, y mi familia también. Son años que arrastramos esta penosa situación económica que nos embarga.
MM: Me gusta tu franqueza.
Te casarás con Juana,
de mi decisión me fío.
Tendréis una boda cristiana
DR: Hay algo más, soy judío
MM: Quien no escucha ni dialoga tiene
el corazón vacío, casaos en la sinagoga,
pero que no vaya ni un judío
DR: Pero si voy yo...
MM: Ni peros ni sermones
Yo también he sido joven
y entiendo que cuando se ama
no debe haber, no debe haber, no debe haber
condicioooooooooooo... oohh… jeje….... condiciones
DR: Pero entonces ¿consentís nuestra relación?
MM:
DR: ¿Sin condiciones?
MM: Ajá
DR: ¿Y puedo terminar mi canción?
MM: Oh, harás que me emocione
DR: Juana, ya sé que es tarde
Espero que puedas perdonarme
Cada noche que pasamos en tu lecho es maravillosa
Pero hoy no podré quedarme
Porque me espera mi esposa
MM: Hija, estoy indignado
¿Es esto lo que has aprendido?
¿De todo lo que te he enseñado?
No me importa que sean pobres
No me importa que sean judíos
¡¡Lo que me indigna es que no les cobres!!


Fuente: Les Luthiers, pese a todo

No hay comentarios:

Publicar un comentario