Composición de escena: Con todas las luces apagadas se me la luz de una linterna manejada por Jorge Maronna iluminando el telón y diversas partes del escenario mientras él, Carlos Núñez, Daniel y Carlos López Puccio entran en el escenario asustados y mirando a todos lados.
Jorge Maronna: ¡Qué grande es este salón! Este castillo es enorme…
Carlos López Puccio: Tenemos que tener mucho cuidado, recuerden que el conde es un vampiro.
Carlos Núñez: ¡Los aldeanos dicen que sólo vive para hacer el mal!
Daniel Rabinovich: Dicen los aldeanos que lleva cientos de años viviendo aquí, incluso uno me dijo que lleva siglos…
Se oye un trueno y se encienden las luces. Aparece en escena el vampiro (Marcos Mundstock) disfrazado con una capa, y ante las risas del público comienza a posar con gestos de vampiro.
Marcos Mundstock: Bienvenidos a mi castillo. En vuestra carta decías que queríais visitarlo. Me llamó la atención, no es frecuente que alguien quiera venir aquí. También decíais que sois músicos… ¿Sois músicos?
Daniel Rabinovich: Sí, somos “musicois”.
Marcos Mundstock: ¿De qué grupo?
Todos: Les Luthiers
Marcos Mundstock: No, de qué grupo sanguíneo… Ja, ja, ja
Se dirige hacia los aterrados visitantes y los va observando de cerca uno a uno… (¡Empate! Ah, no, aquí no…)
Marcos Mundstock: A ver… Sí, tu eres A rh positivo… B negativo… ¡Oh, joven, lo felicito por su generosidad! ¡Dador universal! Y éste… ¡Oh, cosecha ’42! Se ve que sois buenos músicos, se nota que lleváis la música… en la sangre… ja, ja, ja
Al ver que el vampiro se ríe Núñez y Puccio comienzan a reírse también y hacen gestos a Maronna y Daniel, los cuales también empiezan a reírse.
Marcos Mundstock: Me alegro de que hayáis venido, cuando estoy sólo me hago mala sangre… ja, ja, ja, ja
De nuevo se ríen Carlos y Puccio y vuelven a hacer gestos a los demás para que se rían.
Marcos Mundstock: (Llorando) Eso es verdad… Hace poco falleció mi esposa…
Daniel comienza a carcajearse mientras los demás lo miran espantados. Cuando el conde se da la vuelta para ver quien se ríe de su desgracia Daniel muy serio señala a Jorge Maronna, el cual lo niega con gestos mientras reprende a Daniel.
Marcos Mundstock: Quiero que sepáis que soy el último representante de una estirpe de grandes personalidades: Tío Nosferatu, primo Drácula… Mi sobrino, John Donovan tiene una fábrica de tres mil obreros… Es un chupasangre.
Carlos López Puccio: No hay nada que hacer, es la misión más peligrosa que nos han encomendado.
Marcos Mundstock: Ya que os ofrecéis como músicos hacedme oír alguna de vuestras interpretaciones… ¡Ah, ya sé! Me encantaría escuchar una melancólica melodía de esta tierra, Transilvania…
Carlos Núñez: ¡Transilvania!
Marcos Mundstock: Sabéis alguna, ¿verdad?
Carlos Núñez: Sí, sí, claro.
Comienzan a tocar una “melancólica” melodía que tiene muy poco de Transilvania, y menos aún de melancólica…
Desde que no estoy contigo
Vivo entregado al alcohol
Quiero que vuelvas conmigo
Y que en mi casa entre el sol
El conde se tapa con la capa aterrado al oír la palabra sol y les hace gestos para que dejen de cantar.
La desolación me ataca
Y he perdido la razón
Tu ausencia es como una estaca
Clavada en mi corazón
La canción termina y el conde trata de recuperarse del susto que le produce tanto la estaca como la canción en sí misma.
Marcos Mundstock: ¡Es espantosa!
Daniel Rabinovich: Ahora venía la estrofa del ajo…
Marcos Mundstock: ¡Ahhhh! ¡Auuu, auuuuxilio! Decidme la verdad, ¿Quiénes sois vosotros?
Daniel Rabinovich: Venimos a redimirlo, a reintegrarlo a la sociedad. Somos de Vampiros Anónimos.
Comienzan a sonar los acordes de otra canción.
Carlos López Puccio: Basta ya de hacer el mal en este sórdido castillo, regrese con los seres humanos.
Deje este horrible castillo
Sórdido, húmedo y frío
O tendrá reuma y artrosis
Las clásicas dolencias del vampiro
Con esos colmillos largos
No puede mostrarse de día
Pero hoy se hacen milagros
Con la odonto-vampi-cirugía
Marcos Mundstock: Me operaré.
Será fácil parecer
Un honesto ciudadano
De ahora en más podrá ser
Igual que cualquier ser humano
Marcos Mundstock: ¿No echaré de menos el mal?
Pero para hacer el mal
No hay porque ser diferente
Usted puede ser criminal
O ministro, o presidente.
Fuente: Los Luthiers de la Web
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