Marcos Mundstock: El diálogo con la juventud se ha tornado dificultoso, sobre todo para los que ya hemos pasado los treinta... bueno, digamos los cuarenta. Digamos los que en este momento tenemos cuarenta y tantos... Cuarenta y quince. Aceptamos que a nosotros el paso del tiempo nos ha modificado. En materia de sexo, por ejemplo, lo que antes nos parecía moralmente inaceptable ahora nos resulta... tristemente inalcanzable. Como dicen los libros de sexología: "Cuantos más años a cuestas, más te cuesta y menos te acuestas". Pero las chicas, las chicas también han cambiado; cuando éramos jóvenes, cientos nos concedían sus gracias por pasión; ahora, gracias si por compasión nos ceden el asiento. Para colmo, cuando nos sentimos atraídos por una mujer, si esta es muy joven, una voz interior nos dice: "¿Cómo puedes pensar en eso? Podría ser tu hija". Y si es muy mayor: "¿Cómo puedes pensar en eso? Podría ser... tu esposa". Nosotros ya no somos los mismos, eso es verdad, pero los jóvenes están muy desorientados. Por eso, y finalizando ya el presente recital, les cantamos la siguiente canción, para prevenirlos contra el desenfreno y ayudarlos a corregir el rumbo. Se titula: "Los jóvenes de hoy en día".
(Carlos Núñez está al teclado y Daniel con la batería, mientras Puccio y Jorge cantan y ejecutan la coreografía de la obra)
Carlos López Puccio y Jorge Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
ya no tienen ideologías.
Sólo piensan en las drogas
en el sexo y en orgías.
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
y sólo sexo es lo que ven.
Jorge Maronna:
Se inician en el sexo
a una edad muy temprana.
Carlos López Puccio:
En mis tiempos aguantábamos
hasta las primeras canas.
Y es que hoy por televisión
se ve cualquier porquería.
Jorge Maronna:
En mis tiempos, en cambio,
televisión no había.
Puccio y Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
sólo sexo es lo que ven.
Carlos López Puccio:
Los jóvenes de hoy en día
se comportan como cerdos.
Piensan continuamente en el sexo.
Jorge Maronna:
Yo por más que pienso, ¡no me acuerdo!
Van a la discoteca a bailar hasta caerse.
Carlos López Puccio:
¿Dónde quedó la dignidad?
Jorge Maronna:
Van a la discoteca a consumir alcohol.
Carlos López Puccio:
¿Dónde quedó la decencia?
Jorge Maronna:
Van a la discoteca a conocerse.
Carlos López Puccio:
¿Dónde quedó la moral?
Jorge Maronna:
Y de la discoteca se van a hacer el amor.
Carlos López Puccio:
¿Dónde queda esa discoteca?
Puccio y Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
sólo sexo es lo que ven.
Jorge Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
creen que pueden hacer todo lo que quieren.
Carlos López Puccio:
Pero no pueden dejar sus deberes,
no pueden vivir en la luna,
no pueden tener a todas las mujeres.
Jorge Maronna:
¡Nosotros también queremos alguna!
No tienen ideología.
Carlos López Puccio:
¡Porque consumen drogas!
Jorge Maronna:
Sólo les importan la moto y el coche.
Carlos López Puccio:
¡Porque consumen drogas!
Jorge Maronna:
Bailan durante todo el día.
Carlos López Puccio:
¡Porque consumen drogas!
Jorge Maronna:
Y hacen el amor toda la noche.
Carlos López Puccio:
Seré curioso, ¿qué droga consumen?
Puccio y Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho:
¡no hay derecho a que la pasen tan bien!
Fuente: Los Luthiers de la Web
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