sábado, 9 de junio de 2012

158. Ya no te amo, Raúl (Bolera)

Marcos Mundstock: Mastropiero escribió numerosas canciones de amor, algunas dedicadas a sus amantes, por ejemplo: “No te olvido, Cristina”, “Fuiste la única, Elisa”, “Ya no te amo, Raúl”... esta última, compuesta por encargo de la famosa cancionista Guadalupe Luján. Mastropiero compuso muchos éxitos para Guadalupe Luján pero, con el tiempo, la amistad entre el compositor y la cantante se fue convirtiendo en un simple vínculo comercial. En sus memorias, Mastropiero llama a Guadalupe primero “La alondra celestial”, más adelante “El ruiseñor estridente” y por último “La gallina de los huevos de oro”.


Y ahora, en esta brillante noche de Los Premios Mastropiero, escucharemos “Ya no te amo Raúl” que, como todos saben, es el lamento de una apasionada mujer ante el recuerdo del hombre que la abandonó. Pero la sorpresa que les tenemos reservada para esta hermosa noche es “quién” va a cantar “Ya no te amo Raúl”. Tenemos el orgullo de anunciarles que escucharemos esta hermosa canción en la voz y la presencia de la cantante que la estrenó y la convirtió en un éxito mundial hace exactamente ¡70 años! Sí, ya se lo están imaginando... tenemos en este escenario, esta noche, la presencia rutilante de ¡Guadalupe Luján!


(No aparece nadie en escena)


Bueno, aquí nos informan que Guadalupe Luján ha sufrido una indisposición pasajera... permanente. Bueno, en fin... ¿qué podemos decir?... ¿qué podemos decir?... 


(Carlos Núñez va en busca de Daniel y lo convence para que cante el bolero)


Vamos a escuchar otra versión de “Ya no te amo Raúl”, mucho mejor, ella realmente cantaba espantoso. Tenemos aquí una versión de nuestro querido...


Daniel Rabinovich: Pero si yo no la sé... 


(Daniel canta leyendo el texto colocado en un atril)


Daniel Rabinovich:


En mi vida sólo tu has sido
mi príncipe ... ¡mi princesa azul!
Pero ahora que te has ido
¡ya no te amo, ya no te amo Raúl....la!
¡Raúla!


Aquella única vez
en que salimos los dos
me impactó tu calidez
y tu belleza de dios...sa


Te conocí en aquel bar
estabas muy hermo...sa,
estabas be…lla, divi…na 
estabas muy masculi...na!
¡femenino!... ¡femenina!


Salí a la calle contigo
tan juntos y tan unidos
que ya eras no..via, ami...ga
mi ama..da y mi mari... da
¡mi esposa!


me abrazaste en plena calle
contra tu rostro barbudo... ¡barbuda!
mientras ceñías mi talle
con esas manos peludas... 
¡mamas peladas!


Miré tu cara divina,
miré tus ojos grandotes,
tus manos tan masculi... ¡femeninas!, 
y tu tupido bigote...
¡tu falta de bigote! 
a mi las mujeres me gustan sin bigotes
sin bigotes y con las mamas peladas


Me llevaste hasta tu lecho 
y con ardor juvenil
fuiste acercando mi pecho
hacia tu pecho viril...
... ¡tus pechos viriles!
¡tus mamas peladas!


Grité tu nombre a los cielos:
“Raúla, Raúla”
Y tu repetías el mío:
“Gracie...lo, Gracie...lo”


Pero el final no fue tan bello
te fuiste sin dejar huella,
no te importó para nada 
que yo fuera doncello


me dejaste dinero
me trataste como a un cualquiero,
pensaste que yo era
¡sólo un vulgar ramero!


¿Adónde iré desamparado
en este mundo de patrañas?
Un hombre soltero, abandonado 
¡y con un niño en sus entrañas!







Fuente: Los Luthiers de la Web

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