Marcos Mundstock:
Cuando el célebre compositor Johann Sebastian Mastropiero escribió la música de su ópera "Don Juan Tenorio o el Burlador de Sevilla, una de dos", se identificó plenamente con el personaje de Don Juan Tenorio. Mastropiero se consideraba un gran seductor; dice en sus memorias: "El verdadero seductor no conquista indiscriminadamente. Sólo Dios sabe la cantidad de mujeres que no hice mías por el sólo hecho de haberse ellas negado". "Todo es cuestión de suerte", sigue diciendo, "tengo épocas en que decenas de mujeres aceptan mis galanteos pero ninguna se me entrega, y épocas en que ninguna acepta mis galanteos".
El estreno del Don Juan de Mastropiero fue accidentado. Luego del duelo del primer acto en el que Don Juan mata al comendador y cuando Don Octavio ordena a los sirvientes que retiren el cadáver cantando: "Llevaos de aquí este motivo de horror", los sirvientes se llevaron al propio Don Octavio. Luego, durante la serenata de Don Juan ante el balcón de la criada, el excesivo peso de la soprano hizo que se desmoronara el balcón del decorado, y la voluminosa soprano logró evitar su caída colgándose del cortinado; la función quedó suspendida durante una hora y media, al igual que la soprano. Al fin los acontecimientos se precipitaron, al igual que la soprano, y la soprano quedó bastante maltrecha a raíz del golpe, al igual que el escenario. Estos incidentes arrojaron sobre el Don Juan de Mastropiero la fama de atraer la mala suerte, confirmada en una reciente representación, durante la cual en el dúo de Don Juan y su criado, el tenor Cossimo Brigantello perdió la voz repentinamente; por fortuna nadie la encontró. Como dice un crítico: "Fue una desgracia con suerte".
A continuación se escuchará del primer acto de la ópera "Don Juan" de Mastropiero, justamente el citado dúo de Don Juan y su fiel criado Leporino. Leeremos una breve sinopsis del argumento, muy breve, una "sinopsitis". Dice así: durante el último año Don Juan ha estado enviando inflamados mensajes a una de sus amantes, la bella Elvira, pero Leporino regresa siempre sin la ansiada respuesta de la dama.
(Puccio, Daniel y Jorge interpretan la música mientras Marcos y Carlos escenifican la obra)
Marcos Mundstock: Leporino, fiel criado, ¿entregaste mi mensaje?
Carlos Núñez Cortés: Fue muy difícil el viaje, el puente está vigilado
Marcos y Carlos: Vigilado, vigilado
Marcos Mundstock: ¿Como siempre superaste a los guardias que encontraste?
Carlos Núñez Cortés: Decidí dar un rodeo
Marcos Mundstock: Bien pensado
Carlos Núñez Cortés: Decidí dar un rodeo
Marcos Mundstock: Bien pensado, ya lo creo
Carlos Núñez Cortés: Hacia el bosque dirigíme (bis)
Marcos Mundstock: Bien pensado, ya lo creo, sí señor (bis)
(El público aplaude y Daniel se levanta y saluda. Puccio le dice que se siente, que los aplausos son para Marcos y Carlos)
Marcos Mundstock: ¿Cómo llegaste hasta el bosque?
Carlos Núñez Cortés: Sin dudar monté a ca... sin dudar... (tose varias veces y pierde la voz por completo)
Marcos Mundstock: ¿¿Cómo demonios llegaste hasta el bosque??
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [A caballo]
Marcos Mundstock: ¿Y cómo atravesaste el río?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [A caballo, con dificultades. Caímos al agua, nadé hasta la orilla y me escurrí el agua]
Marcos Mundstock: Eres valiente, a fe mía ¿y cuántos guardias había?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Muchísimos, estaba todo lleno... había dos] (Hace gestos explicando cómo fue la lucha)
Marcos Mundstock: ¡Bravo! ¿A todos venciste?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [No. Había dos, uno y dos... y tres. Lanzó una cuerda y me atrapó]
Marcos Mundstock: Leporino, pobre amigo ¿y qué hicieron contigo?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Oh, qué horror. Me llevaron a la horca]
Marcos Mundstock: ¿Y al final te ahorcaron?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [... pero si estoy aquí...]
Marcos Mundstock: ¿Cómo escapaste a la horca?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Retiraron la base sobre la que estaba de pie, abrí las piernas, de un salto me apoyé en los extremos, y me escapé]
Marcos Mundstock: ¿Mi mensaje a Elvira entregaste?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [El mensaje que escribiste...]
Marcos Mundstock: ¿Su corazón por mí palpita? ¿estaba sola, pobrecita?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [No, verás...]
Marcos Mundstock: Ya imagino, estaría con sus damas de compañía
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [No, no, con barba... fuerte...]
Marcos Mundstock: Se trata tal vez de su paje... dime, ¿cómo acogió mi mensaje?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Lo arrugó y lo tiró]
Marcos Mundstock:
Qué extraño, estaría inquieta por mi apasionada propuesta,
estaría nerviosa, estaría angustiada,
estaría confundida, estaría...
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Embarazada]
Marcos Mundstock: ¿Qué dices? ¡Eso es imposible!
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Que sí, que yo lo vi]
Marcos Mundstock:
¿Qué dices?
¡Tú mientes, bribón! ¡Tú mientes, bribón!
¡Nadie se burla, nadie festeja mi derrota!
Dime, ¿te parezco un idiota?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Bueno... sin comentarios, mejor me voy...]
Marcos Mundstock:
Yo sigo siendo el burlador de Sevilla, el más grande seductor,
el más grande, no lo dudo, el más grande...
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Cornudo]
Marcos Mundstock: Sí señor.
Marcos Mundstock:
Dime cómo es ese hombre
dime cómo es aquel
que ha logrado que mi amada
no me fuera siempre fiel.
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [No sé... de mediana estatura, con barba...]
Marcos Mundstock:
¿Es que acaso es más apuesto,
más apuesto que yo?
¿Es que acaso es más astuto,
más astuto que yo?
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [Es cantante... tiene barba... es fuerte...]
Marcos Mundstock:
Dime pronto cómo es él
dime más acerca de él
dime pronto quién es él
dime pronto quién es él.
Carlos Núñez Cortés: (Con mímica) [¡¡YO!!]
(Carlos sale corriendo y Marcos le persigue. Puccio, Daniel y Jorge se levantan y saludan al público)
Fuente: Los Luthiers de la Web
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